LA RESPONSABILIDAD Y FUNCIONES DE UN PILOTO PRÁCTICO

Post date: Jan 2, 2016 10:58:36 PM

Autor: Enrique Lequerica Otero

Fuente de la publicación: http://correvedile.com/enriquelequerica/cohorte-mintransporte

"El buen juicio nace de la buena inteligencia y la buena inteligencia deriva de la razón, sacada de las buenas reglas; y las buenas reglas son hijas de la buena experiencia: madre común de todas las ciencias y las artes". (Leonardo Da Vinci)

PRIMERO, LA RESPONSABILIDAD Y FUNCIONES DE UN PILOTO PRÁCTICO

Les he pedido a mis admirables colegas que laboran como Pilotos Prácticos en la Zona Portuaria del rio Magdalena, a nombre de la comunidad barranquillera que nos otorguen una oportunidad para conocer, mediante un video de corta duración obligatoriamente editado para que no sea tan largo, una maniobra de pilotaje para asistir el arribo y atraque de un buque de gran tamaño, bien sea de madrugada o al atardecer, ojala con la presencia de silbantes vientos alisios.

Salir a bordo de una pequeña lancha de Pilotos por Bocas de Ceniza, es una experiencia especial donde se combinan los peculiares olores de los motores marinos con la pintura fresca y una incesante sensación de impotencia, como de guayaba madura dentro de una licuadora; he conocido demasiados curiosos aventureros quienes embarcados en estas aventuras, han terminado hablando como los tigres, ¡¡con malolientes rugidos!!

Esta experiencia se prolonga por unos 30 o 40 minutos, hasta unos tres o cuatro kilómetros mar afuera, donde la pequeña lancha se abarloa al gran buque que ha solicitado el servicio de asistencia para ingresar a puerto, sin importar las altas temperaturas, el oleaje, los vientos, la lluvia o la noche.

Abordar un buque de alto francobordo desde una pequeña lancha, que se mece con una oscilación diferente, usando una bamboleante “escala de gato”, como se denominan las construidas con sogas y tablones de madera, requiere de agilidad, fuerza y resistencia, cualidades que deben estar disponibles al mismo tiempo; una caída durante esa escalada, puede ser mortal, bien sea por impacto con el bote o la succión de la hélice del buque; en años anteriores ya fallecieron dos Pilotos en otros puertos por estas causas.

En resumidas cuentas, el Piloto se juega la vida literalmente en cada maniobra de entrada o salida del puerto. Al llegar abordo sigue escalando por las escaleras internas del barco hasta el puente de mando, donde se pone de acuerdo con el Capitán y realiza el obligatorio intercambio de información suministrándole la información pertinente y detallada sobre profundidades en el canal y el muelle, corriente, tráfico de buques salientes, número y potencia de remolcadores a utilizar, distancia entre buques al atracar, etc.

Y a su vez, el Capitán le entrega de manera escrita un documento con las características del buque y las políticas de márgenes de seguridad de su Armador u Operador, entre ellos los factores de hundimiento (por squat, por escora, etc.) y la distancia mínima al fondo que debe mantener el buque al momento del tránsito y del atraque, este documento debe ser firmado por el Piloto Práctico con el fin de que se genere un registro que en su momento sirva como evidencia de esa entrega de información.

Si el Capitán del buque está conforme con la información, aprueba el inicio de la maniobra y con la asesoría del Piloto, pide máquina, ordena tomar el rumbo sobre las enfilaciones demarcadas en los Tajamares, y a medida que se acerca a la entrada por Bocas de Ceniza, las olas se encrespan desordenadamente, el buque se escora y sufre algunos leves golpes de pantoque.

El Capitán enmudece viendo las amenazantes rocas del Tajamar occidental y la adrenalina fluye en la sangre de los marinos a cargo; ésta situación es llamada en el argot marinero “el riesgo Piloto”, que más adelante vale la pena explicar.

Riesgo que —durante el arribo y zarpe por Bocas de Ceniza—, es sin lugar a dudas el de más alto nivel del país y está catalogado entre los marinos como de los más riesgosos del mundo.

La maniobra continúa, normalmente, durante una hora adicional hasta que finalmente el buque queda atracado en una de las Terminales en la Zona Portuaria, pero eso es parte del documental que estoy solicitándole a mis colegas nautas.

Ahora quiero únicamente referirme a la carga de responsabilidad del Piloto Práctico, donde el aspecto más relevante es el de ejercer un juicio experto e independiente de las presiones comerciales durante una operación de alto riesgo.

Existe un significativo conflicto de intereses entre los imperativos económicos del Armador o Fletador de un buque —por un lado—, y el interés público general (el interés de un Puerto) en la seguridad de la navegación —por el otro—.

Este conflicto se ha hecho especialmente notorio en la Zona Portuaria del Puerto de Barranquilla desde el mes de Junio, cuando por razones del normal estiaje de mitad de año incrementado por un creciente fenómeno del Niño se está disminuyendo la profundidad disponible en el canal navegable, hasta perder casi 7 pies contra los deseables 40 pies que estuvieron listos el 18 de Abril pasado, cuando finalizó el dragado para entregar al nuevo contratista un canal navegable en óptimas condiciones.

El juicio del Piloto Práctico debe estar absolutamente libre de presiones económicas cuando con su pericia asiste al Capitán de un buque, pues su interés primordial es únicamente la seguridad y su cliente natural es el Estado, el medio ambiente y los terminales dentro de su Puerto.

SEGUNDO, RESPONSABILIDAD DE OTROS DISTINTOS A LOS PILOTOS PRÁCTICOS

Si la responsabilidad para tomar sanas decisiones en base a lo requerido para una navegación segura se ve comprometida, el Piloto Práctico estará amenazando los intereses de la comunidad marítima y portuaria en su conjunto, que en el caso del Área Metropolitana de Barranquilla es de gran incidencia económica.

Recordemos la crisis del 2010-2014 donde se encallaron 14 buques y sobre la cual, nunca se han dado a conocer los resultados de las obligatorias investigaciones, ni se ha hecho el ejercicio para extraer las múltiples lecciones que se deben derivar de esta lamentable temporada de incidentes que tanto afectó la reputación del Puerto.

De hecho no se conocen las consecuencias y mucho menos de los correctivos y acciones preventivas, que han debido tomarse después de los más de 70 incidentes y accidentes acaecidos desde el año 2.000, como lo ordena laOrganización Marítima Internacional (OMI) en su protocolo de investigación de accidentes, entre ellos el famoso caso del Cala Panamá, buque que terminó 29 días encallado en la entrada del Puerto, restringiendo el tránsito con nefastas consecuencias comerciales y de imagen para la ciudad.

La investigación de accidentes no debe terminar obligatoriamente con un o unos responsables, pero si debe terminar con una experiencia vivida para adicionar en la bitácora del Puerto.

El caso se torna complicado cuando los Pilotos Prácticos invocan responsablemente por los márgenes de seguridad necesarios (amplia discusión académica pendiente por definir), cuando la Autoridad Maritima (Capitanía de Puerto-DIMAR) no puede certificar la profundidad disponible en un momento dado, por la sencilla razón de que los estudios batimétricos se reciben de Cormagdalena y que vienen con una nota preventiva para los usuarios donde claramente establecen que no se hacen responsables por la fidelidad de ellos, donde ni siquiera se grafica correctamente el canal navegable del Puerto.

Se complica aún más, cuando los Usuarios Portuarios o los terminales agremiados enAsoportuaria, el lado de los imperativos económicos, hacen lo imposible para evitar nuevos desvíos, en algunos casos por solo 20 centímetros de diferencia, entre el calado máximo autorizado y el calado real del buque.

Más leña al fuego aparece en ésta ya complicada crisis, cuando un distinguido profesional desde su columna semanal, plantea la tesis de un probable “Cartel de Pilotos”, la cual ha tenido su acogida en la Ministra de Transporte Natalia Abello Vives y algunos seguidores con intereses particulares y de un medio radial local, donde se han difundido declaraciones y opiniones sobre el ejercicio del pilotaje, sin haberse convocado a un diálogo o a escuchar la posición oficial del grupo de profesionales que ejercen en la Zona Portuaria del Río Magdalena. Flaco servicio a la industria marítima regional, que sólo ha servido para seguir desgastando la imagen de la Zona Portuaria de Barranquilla.

Haciendo una personal lectura de la crisis, considero que se ha llegado a ella por la omisión del Gobierno Nacional, en cabeza de la Ministra de Transporte Natalia Abello Vives, Cormagdalena, Invías y DIMAR, para cumplir o hacer cumplir la obligación legal de mantener el canal navegable de la Zona Portuaria del río Magdalena (deBarranquilla), tal como se establece en el parágrafo del Artículo 34 en la Ley 1 de 1991, también ayudado por el silencio cómplice de los dirigentes distritales y empresariales locales, que vinieron participando en los Comités de Seguridad, los cuales emitieron boletines conjuntos con la Capitanía de Puerto local, donde se aprobaban las nuevas reducciones de calados autorizados para Arribos y Zarpes.

Los responsables de esta crisis no son los Pilotos Prácticos de Barranquilla, pero no se trata de encontrar responsables, sino buscar las formas, para que este tipo de incidentes cíclicos dejen de ocurrir.

En la mayoría de países marítimamente desarrollados, el servicio de Practicaje es prestado por un solo cuerpo de Pilotos, la competencia entre Pilotos es nociva para el Puerto y para los Armadores, el nombre del juego es:Seguridad.

Resulta curioso y hasta irónico, que cuando los intereses económicos de algunos empresarios locales se vieron amenazados por la entrada al país del grupo IMPALA, y su propuesta revolucionaria para operación directa decomercio exterior desde fondeo, se armó una férrea defensa donde varios de los mismos personajes protagonistas de esta crisis, pero que hoy militan en el otro lado del torniquete, expusieron sólidos argumentos técnicos internacionales y jurídicos nacionales para bloquear la iniciativa que afectaba la economía portuaria local, pero ahora, cuando el mantenimiento del canal navegable no se ha hecho como corresponde y mientras los Pilotos Prácticos tratan de mantener márgenes de seguridad adecuados, acordes con la cambiante condición de profundidades en el Puerto, buscando minimizar los riesgos de un probable accidente o incidente, que termine afectando a todos, Armadores y Usuarios, entonces sin conocer los detalles del oficio, se entra a calificar a estos calificados profesionales como un ¡¡Cartel..!!

Hablar de un probable Cartel de Pilotos, de las posibilidades para profundizar el canal navegable a 15 metros, de traer nuevas cargas de carbón térmico para exportación, y otros temas similares, son una cortina de humo, son el preámbulo para cambiar la conversación y hacer que la presente crisis del canal navegable se diluya en el olvido o que sea opacada por otro escándalo de mayor magnitud.

En realidad, el motivo principal de la crisis se debe a una pésima Administración de la Zona Portuaria, esa sí en crisis permanente desde hace demasiados años por un mal diseño de las responsabilidades, que se hace notar principalmente durante las cada vez más duras temporadas de los fenómenos climáticos denominados los Niños y las Niñas.

“No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es verdad”. Marco Aurelio (121-180) Emperador romano.

En el siguiente video, podemos observar y seguramente sentirnos orgullosos de lo que ha representado para Colombia y Barranquilla, concretamente, tener un grupo de personas como los Pilotos Prácticos.